La Superintendencia de Educación Superior, SES, solicitó un plan de recuperación a la Universidad Pedro de Valdivia, de manera de evitar su cierre definitivo. La medida se aplica por primera vez dado el grave déficit económico en el que se encuentra el plantel.
En enero la SES inició una investigación con foco en el resultado económico de la Universidad, la que concluyó que existía un “déficit financiero que no permite garantizar que dispondrá de los recursos necesarios para dar continuidad al proyecto”. Al momento de la investigación la matrícula había caído a la mitad entre 2012 y 2019, se registraba una disminución de ingresos por aranceles, morosidad en el arriendo de cuatro de sus sedes, deudas previsionales y procesos judiciales pendientes. Además, la investigación afirma que los estados financieros tenían un número tal de observaciones, que era no posible ver el real estado del plantel. “La institución se encuentra en riesgo de incumplir sus compromisos”.
El plan de recuperación, que tiene un duración de dos años, fue aprobado a comienzos de agosto por la SES y ha tenido sus primeras implementaciones a partir de la separación de los antiguos controladores, incluido el preuniversitario. Asimismo, se inyectaron recursos y controlaron gastos de administración. El plan, además, tiene considerado un cambio de la imagen institucional que incluye un nuevo nombre, aspectos que serán consultados con la comunidad que es responsable de la formación de 5.400 estudiantes.
Si durante estos dos años la Universidad no cumple con el plan acordado, la SES nombrará un administrador provisional externo para rediseñar el salvataje. Si aquello tampoco diera resultado, la Universidad debe cerrar.
La sanción de la Universidad Pedro de Valdivia puede verse en el nuevo sistema de Registro Público de Sanciones de la SES, donde pueden consultarse además otras siete sanciones a centros de formación técnica e institutos profesionales.