Por Camila Espinoza Regla, docente Instituto Profesional Virginio Gómez.
Estamos en tiempos difíciles. Contrario a lo que pudimos imaginar en un principio de esta pandemia, ya ha pasado más de 1 año que en Chile se encuentra el virus del Covid-19 circulando y mermando a nuestra sociedad.
Esto, sin lugar a dudas, ha generado una serie de dificultades en diferentes aspectos del diario vivir y en especial a los estudiantes quienes, día a día, se ven enfrentados a las dificultades tecnológicas, cuarentenas y toques de queda, que van generando ansiedad e incertidumbre en ellos y en sus hogares. Y si bien es un proceso que nos afecta a todos por igual, muchos estudiantes aún no cuentan con las herramientas de madurez que les permitan hacer frente a estas circunstancias, lo que se torna aún más difícil si no cuentan con redes de apoyo en su entorno que les ayuden a sortearlas.
Aún no podemos dimensionar de qué forma esta pandemia y sus restricciones afectarán el desarrollo de los estudiantes, en los diferentes niveles educacionales, y es precisamente esa la razón por la que se debe comenzar a trabajar en cómo poder aportar a los estudiantes, herramientas que le permitan detectar problemas en salud mental y cómo poder solicitar ayuda a los organismos correspondientes, tanto en sus casas de estudios como organismos gubernamentales que apuntan a este grupo de personas.
Si acotamos el análisis a la educación superior, donde la necesidad del autocuidado toma un rol fundamental porque se ‘asume que es una edad donde los jóvenes son más autovalentes’, es imperativo comenzar a desarrollar actividades de prevención de enfermedades en salud mental como darse un break o descansos entre clase y clase, planificar el día a día con horarios de alimentación y que esta sea saludable, alternar con actividades que generen agrado, y determinar horarios de descanso y sueño adecuados para reponer energías para el siguiente día. Si es posible, ocupar la franja horaria deportiva, darse el tiempo de reflexionar en cómo me siento hoy o simplemente realizar actividades que produzcan tranquilidad a los estudiantes.
En esta situación, las casas de estudios pasan a tener un mayor compromiso con sus estudiantes, buscando las formar para detectar a través de diversas actividades cómo están sus estudiantes, pesquisando no solo su rol de alumnos sino también cómo están a nivel personal. Un factor importante a considerar son aquellos estudiantes que trabajan o quienes además tienen responsabilidades del hogar y estudian en simultáneo.
En este aspecto, una de las dinámicas que más ha aportado a este tipo de estudiantes es la clase vía remota con grabaciones disponibles para su revisión cuando ellos lo requieran. Si bien todas las medidas que se toman en relación a la pandemia van relacionadas al control de esta, es necesario no olvidar que existen otras enfermedades que están latentes como las de salud mental, que pueden ser una de las grandes consecuencias que nos dejará esta pandemia.
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