El encierro debido a las cuarentenas implementadas a lo largo de la pandemia por COVID-19, sin duda, afectó a gran parte de la población en Chile, lo cual también ha tenido su propia repercusión en el ámbito educacional, especialmente en la salud mental de las y los jóvenes, con el retorno a clases presenciales.
Por Jocelyn Jara
Por estos días, desde el Parlamento, por ejemplo, se trabaja en un proyecto de ley que busca que las distintas entidades de educación superior tengan protocolos en contra del bullying. Se trata de una iniciativa parlamentaria que consiste en la obligatoriedad de las instituciones a contar con los protocolos acordes a estos casos de acoso, distintos a los de género.
En este sentido, el Instituto Profesional ARCOS cuenta con dos unidades que trabajan en avances para promover una salud mental y apoyo en temas socioemocionales, acorde a las necesidades de sus estudiantes, tanto en su Casa Central y sus sedes de Santiago y Viña del Mar.
Unidad de Autocuidado e Inclusión
Por un lado, cuentan con la Unidad de Autocuidado la cual se encarga de difundir, promover y ejercitar hábitos y prácticas de una vida saludable entre la comunidad estudiantil, con el fin de mejorar el desarrollo académico. “Está preocupada de los aspectos socioemocionales y otros asuntos como sexualidad responsable y consumo de alcohol y drogas, entre otros”, explica Carlos Gutiérrez, director de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE), quien además agrega que este año la unidad amplió el campo de acción en estos ámbitos.
Cabe destacar que los aspectos socioemocionales de los que se encarga la Unidad de Autocuidado tienen que ver con dimensiones como lo afectivo, lo relacional y lo comunitario, y no sólo de temas de salud mental. Por ende, para estos casos, muchas veces se requiere apoyo en el ámbito académico y socioeconómico, entre otros.
Por otro lado, se encuentra la Unidad de Inclusión que está dirigida a los alumnos que poseen alguna situación de discapacidad o necesidades educativas especiales, quienes necesitan un apoyo extra en sus labores académicas y personales.
En el caso de los problemas de salud mental propiamente tal, el director de la DAE comenta que “se brinda una asistencia que se hace a través de la derivación de los alumnos a centros de atención psicológica, por medio de convenios con universidades que cuentan con clínicas o con ONGS que se dedican a estos temas”, explica.
En Casa Central, la encargada de la Unidad de Inclusión es Constanza Loyola, mientras que en la sede Viña del Mar, está encargado el terapeuta ocupacional Ignacio Díaz. Para la sede Santiago, los contactos son los mismos que los de Casa Central, en todo ámbito de Asuntos Estudiantiles.
Convenios clínicos
En Santiago, el estudiante que requiera una atención más especializada debe acercarse a la Unidad de Autocuidado, hablar con Luciano Rodríguez, trabajador social y encargado del área, para “ser evaluado en términos de esclarecer la necesidad que tiene y si, efectivamente, necesitan apoyo en salud mental, se hace una derivación a una red de instituciones con las cuales tenemos convenios”, comenta el director. Las instituciones con las que el instituto trabaja son la Universidad Diego Portales, Universidad Adolfo Ibáñez y se gestionan nuevos convenios con la Universidad de Chile, Universidad Mayor, la ONG Centro de Terapia del Comportamiento, y el Centro Clínico Vida Acción. Éstas tienen clínicas psicológicas donde los estudiantes son recibidos y evaluados con un diagnóstico y, de esta manera, llevan a cabo una terapia.
“En algunos casos los estudiantes pueden acceder a una atención gratuita, y en otras, donde se debe cancelar, corre por costo del alumno. Si el alumno no tiene los medios para financiarlo, ARCOS subsidia una parte de su atención, con un tope de dinero”, concluye Carlos Gutiérrez.
Luciano Rodríguez, trabajador social y encargado de la Unidad de Autocuidado, comenta que “generalmente me llegan casos de ansiedad por no poder compatibilizar su vida laboral con los estudios por problemas económicos; duelos de familiares o mascotas, ya que éstos no se pueden justificar médicamente, entre otros”. Pero, según explica, “el principal problema es el desconocimiento a las políticas o los lugares de atención de salud mental”, por lo que “yo les ofrezco los convenios que tenemos y que son de terapia a bajo costo”, añade.
En Viña del Mar, se deben contactar con Susam Acuña, psicóloga, encargada del área de Autocuidado.
Sala de contención
Además, con fines preventivos, el instituto ofrece charlas para explicar temas de salud mental y otros trastornos. También en las dependencias de la Casa Central, existe un espacio conocido como Sala de Contención, que cuenta con algunos implementos básicos y dos personas capacitadas para brindar una atención primaria, mientras el estudiante pueda ser derivado a urgencias del sistema público de salud.
Con respecto al bullying dentro de la educación superior, la institución cuenta con dos mecanismos o reglamentos de convivencia para que, en caso de este tipo de hostigamiento, los estudiantes puedan acudir a las autoridades respectivas para intentar dar solución al problema.
Semanas de pausa
Por último, el instituto ha establecido las llamadas “semanas de pausa” dentro de su calendario académico, con el fin de generar una instancia de descanso de las labores estudiantiles habituales, donde no se contemplan clases, ni evaluaciones. Estas se dan durante el primer y segundo semestre. No obstante, algunas escuelas organizan actividades recreativas dirigidas a los alumnos y alumnas, como ciclos de cine y tocatas, entre otras.
Para poder acceder a los servicios que otorga la DAE en la Unidad de Autocuidado, puedes escribir a Luciano Rodríguez, encargado del área en Casa Central y sede Actuación, a través del correo apoyoestudiantil@arcos.cl. Mientras que en la sede Viña del Mar, puedes contactarte con la encargada de la Unidad de Autocuidado, Susam Acuña al mail susam.acuna@arcos.cl