Andrea Soto en Arcos: Las imágenes del estallido movieron el imaginario de la impotencia

El segundo encuentro del Ciclo de Conversaciones sobre la Imagen ya está disponible en el sitio Youtube de la Editorial Aguaderramada de IP Arcos que, en esta oportunidad, contó con Andrea Soto, Licenciada en Filosofía de la Universidad de Valparaíso y doctora en Filosofía de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Durante la conversación Andrea se preguntó ¿a qué tipo de conocimiento puede dar lugar una imagen? ¿Por qué el pensamiento contemporáneo ha construido poder en su contra?

Lejos de intentar hacer una historiografía, señaló que esta resistencia cultural puede responder a la propia capacidad transformadora de las imágenes. Los debates que señalan que hay una cierta impotencia o incapacidad para generar un debate acerca de la realidad a partir de lo imaginal, descartan la fuerza de las propias imágenes, su capacidad para contestar a lo hegemónico.

“En los movimientos emancipatorios siempre se habla de tomar los lugares, la palabra, pero nunca se habla de tomar la imagen. La pregunta es cómo ejercitar una mirada indisciplinada, como ejercitar modos de desadaptación. La palabra que más he escuchado en los trabajos, en todo el contexto actual de la pandemia, es que tenemos que adaptarnos y yo digo que, justamente, que lo que más necesitamos es no adaptarnos. Tenemos que ejercitar un proceso de no adaptación a las formas impuestas”, señaló.

Para Andrea, las imágenes tienen un lugar en los procesos de transformación. Pueden alterar el orden de lo existente porque son un hacer-ser. Desde ahí, para la autora, las imágenes de estallido social chileno movieron un imaginario contra otro. En el sistema de lo que se puede imaginar, movieron la idea del no se puede. “Movieron el imaginario de la impotencia”, subrayó.

En este sentido, agregó que “hay que revisar la noción de imaginación que tenemos, donde se la presenta como algo que adviene, como si fuera un relámpago, algo que nos llega. La imaginación es sobre todo un verbo de acción, se trata de algo que se practica”, señaló abriendo con ello la patencia política de las imágenes.

Esto, porque de acuerdo a su enfoque, las imágenes no sólo representan, no son todas referenciales, no siempre están sujetas a describir la realidad. “Los compromisos de las imágenes pasan por lo que hay, pero, sobre todo, tienen que ver con su capacidad de dar cuenta no sólo de lo que hay sino de lo que podría ser”. En este sentido, habría una fuerza formadora (generativa) de las imágenes, una vocación performativa.

Citando a Cornelius Castoriadis en su libro Hecho y Por Hacer, la autora señaló que “no es lo que existe lo que necesita de nosotros, sino lo que podría y debería existir”. Por lo mismo, en su mirada es urgente activar una suerte de imaginación congelada u obturación de la imaginación. La pregunta es cómo activar las imágenes para pensar lo no que tiene modalidad de existencia aún, o que tiene modalidad, pero no tiene modos de aparecer.

Andrea comentó que nuestro pensamiento “sigue siendo representativo, nuestras categorías de historia, de razón, ya están preñadas de la lógica de la representación”. Para la académica lo representativo tiene que ver con determinar de antemano aquello que se va a hacer, una forma de pensar desde la estrategia. De ahí a su concepto de la performatividad de la imagen, un paso. “Los modos de decir, hacer, imaginar no están determinados con anterioridad. No se fundan en una referencia externa, tienen un margen de indeterminación. A partir de ahí hay imágenes que son generativas, forman algo que no estaba ahí antes”, afirmó Andrea.

No obstante, advirtió que aquella constatación contiene una paradoja. Para que lo indeterminado tenga lugar requiere cierta preparación, necesita un trabajo previo. “Contrario a la metáfora de tabula rasa o la hoja en blanco, la que tanto nos angustia, nunca se crea en una hoja en blanco, nunca hay tabula rasa, nunca miramos en una pantalla blanca de proyección. Miramos a partir de las imágenes que hemos visto, de lo que somos y hemos sentido. Hay una preparación de la tabla si se quiere”.

En esta tensión, señaló la filósofa, es donde puede acontecer el potencial performativo de la imagen.

Revisa aquí la conversación de Andrea Soto con Aguaderramada