En total son cuatro pósteres que se exhibieron en el patio central y que dan cuenta de las propuestas que tienen los alumnos de cuarto año para obtener su título profesional, enmarcados en la asignatura “Turismo de Intereses Especiales”, impartido por Cynthia Vanlerberghe.
Por Jocelyn Jara
Cada uno de los grupos de alumnas y alumnas ha desarrollado en lo que va del año, anteproyectos de interesantes iniciativas que podrían llevarse a cabo en distintas localidades del país en el ámbito turístico, pero enfocado en la comunidad y en la protección del medioambiente, es decir, el “aprendizaje más servicio”, que según el director de la Escuela de Territorio, Sergio Mera Arancibia, “es la forma en que ellos se vinculan efectivamente con el medio laboral, profesional y social, ofreciendo un servicio real, dirigido a la comunidad y sin fines de lucro, a través del cual ponen en práctica todos los aprendizajes adquiridos durante los cuatro años de la carrera”, explica el académico.
El primero se titula “Circuito de turismo accesible en la comuna de Lampa”, donde se realizaría una ruta turística de carácter inclusivo con niños con Trastorno Espectro Autista (TEA), con énfasis en la protección de la flora y fauna del lugar, presentado por los estudiantes Ignacio Zapata, Claudia Reyes y Sofía Lizana.
El siguiente proyecto en exhibición fue “Turismo micológico como herramienta para la conservación de la biodiversidad fúngica en la comuna de Cunco”, y fue ideado por Pía Garay, Marco Díaz, Felipe Salvo y Tamara González, quienes abordan la problemática de la recolección de setas comestibles, lo que ha dañado la biodiversidad del bosque, por lo que ellos buscan, a través del turismo y los circuitos micológicos, acercar a la comunidad local a este mundo, y así mejorar la protección de las especies y el bosque nativo de la zona.
La tercera propuesta fue “Ruta de conciencia turística en Reserva Nacional Parque Canelo-Canelillo”, a cargo de Valentina Rubio, Camila González, Danae Luarte y Edison Torres, quienes trabajaron en base a ecoturismo, que se desarrolla sin alterar el equilibrio del entorno natural, identificando la problemática del desconocimiento de los turistas con respecto al cuidado del territorio, por lo que buscan concientizar a la población a preservar estos espacios y también a mirar más allá de las playas, invitando a visitar otros atractivos de los alrededores.
Por último, el “Programa de actividades turísticas para jóvenes con problemas ligados a la salud mental”, realizado por Miguel Valderrama, Felipe Avendaño y Benjamín Millares, quienes abordaron la salud mental de los jóvenes de un colegio municipal de Peñalolén, mediante actividades recreativas de turismo, por lo que capacitarían a ese grupo de adolescentes, para llevarlos a un recorrido turístico en Quintay.
